martes, 15 de septiembre de 2009

Las FARC entrenaron a 30 del MRTA, confirman documentos de Raúl Reyes

Con la impune seguridad de que sus nombres y antecedentes se olvidarían en los viejos y raídos expedientes de la justicia, un grupo de peruanos que militó en el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) —y que vivió o aún vive en Chile, Bolivia y Venezuela— llegó a tejer sólidos vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para recibir —directamente o a través de personas y movimientos bolivarianos radicales en estos tres países— padrinazgo político y adoctrinamiento (de una organización terrorista proscrita), patrocinio económico (procedente de actividades ilícitas como el narcotráfico y el secuestro) y acceso clandestino a sus campamentos en la selva (en Colombia y Ecuador).

Esta es la preocupante conclusión que se extrae de los correos que El Comercio publica hoy (ver infografía) y que representan una pequeña parte de los 107 archivos de la memoria electrónica de “Raúl Reyes” con información sobre el Perú. Las misivas dejan en claro que, entre el 2001 y el 2007, unas 30 personas allegadas o con probada militancia en el MRTA visitaron los campamentos de las FARC.

Revelan que los emerretistas tenían a su cargo células en Chile, Bolivia y Venezuela, que estaban inscritas en las filiales de la llamada Coordinadora Continental Bolivariana (CCB, fundada el 2003 por el presidente Hugo Chávez en Caracas), las mismas que mantenían frecuentes contactos con colectivos locales, movimientos regionales y políticos del Perú.

Hasta el año pasado, las cabezas visibles de estas células en el extranjero solo eran conocidas por sus apelativos. Se desconocía sus identidades, su historia en el MRTA y el grado de coordinación que desarrollaron entre ellas y con sus contactos en el Perú. Ahora, tras la investigación de este Diario, se sabe que en Chile habría operado Baudilio Vásquez Vásquez (40) “Gabriel”; y en Bolivia, su hermano Julio César Vásquez Vásquez (43) “Juan” y Aída Ochoa Mamani “Rosa” o “Comandante Rosario” (cuyo grupo es conocido como los “Juanes”). En tanto, en Venezuela están “Nicanor”, “Andrés” y “Edmundo” —uno de los cuales sería, según la policía, Pedro Tello Rodríguez (33)—, quienes están a cargo de un organismo en Caracas llamado Encuentro Perú Pueblo, que ya está en la mira de inteligencia policial.

LAS PRIMERAS EXCURSIONES
Los primeros contactos y las coordinaciones iniciales de las FARC con algunos de los antes citados se remontan al año 2000 cuando la Comisión Internacional de esta organización envió a nuestro país a su máxima representante en Ecuador y Bolivia: Nubia Calderón Iñiguez de Trujillo, conocida como “Esperanza” o “Espe” (que tuvo esa misión hasta marzo del 2008 cuando se salvó de morir junto con “Reyes”). Por aquellos años esta mujer, ahora asilada en Nicaragua, consolidó una red de aliados e informantes en el Perú y llegó a conocer la endeble situación que entonces vivía el MRTA y los movimientos de izquierda local, luego de múltiples reuniones con sus dirigentes en Lima y provincias.

Ese mismo año, y en lo sucesivo, apareció en escena el colombiano nacionalizado venezolano Rodrigo Granda Escobar, alias “Ricardo” o “Rychy”. Fue él —conocido por el pomposo apelativo de “Canciller de las FARC”— y sobre todo “Esperanza” quienes dejaron constancia escrita e inédita sobre las primeras excursiones de los emerretistas en los campamentos colombianos. Estas ocurrieron —según los correos que aquí se publican— en las siguientes fechas: 25 de junio del 2001, 8 de octubre del 2003 y 17 de abril del 2004.

Esta última visita, de la cual algo adelantó este Diario el 15 de junio del 2008 y sobre la cual ahondaremos mañana martes, fue descrita en tono de sorpresa por el mismo “Reyes”, cabeza de la Comisión Internacional de las FARC. Él, quizá sorprendido por la osadía del visitante y por su falta de capacidad física, le contó a “Esperanza”: “El compañero del Perú llegó aquí a más no poder, casi no puede caminar[ ]se equivocó de ruta porque vino a pedir 100 mil dólares americanos se le dijo que aquí no hay”.

Para entonces, los contactos entre las FARC y las células del MRTA eran continuos y la historia antes narrada se repetiría en diferentes ocasiones entre el 2005 y 2007, pero con diferentes viajeros.

Y así, mientras los peruanos se aprovechaban del poco control en la frontera tumbesina entre el Perú y Ecuador para llegar a su destino, “Esperanza” se paseaba oronda por las calles de Lima, aun cuando ya había sido identificada por la policía peruana durante sus movidas “diplomáticas”. Sin embargo, todo este panorama cambió dramáticamente en diciembre del 2004 cuando “Ricardo” fue detenido en territorio venezolano y los peruanos en Bolivia y Chile perdieron su nexo con el grupo de “Reyes”.

CONTACTO EN SANTIAGO
Ante esta situación, el grupo del MRTA en Santiago de Chile —que encabezó “Gabriel”, quien años atrás residió en La Paz al igual que su hermano “Juan” y “Rosa”— tomó contacto con un ciudadano de ese país conocido como “Roque” para reanudar las coordinaciones con las FARC.

Este personaje, hasta ahora casi desconocido, jugó un papel clave para los emerretistas y para los subversivos colombianos a los que sirvió como ojos y oídos en el vecino país. Y es que “Roque” —que en Chile fue identificado como Manuel Olate Céspedes del Partido Comunista local (él lo niega) y cuya foto con “Raúl Reyes” fue hallada en el campamento bombardeado— se prestó como canal de comunicación entre los peruanos y las FARC.

Todo comenzó con un tímido correo que le envió al fallecido cabecilla terrorista el 19 de febrero del 2005: “La gente del MRTA que está por aquí nos pidió le informáramos que por el problema de “Ricardo” en Venezuela se quedaron sin conexión con las FARC [pidieron] que si era posible, por este lado, darles una manito”.

En posteriores misivas electrónicas, “Roque” informó a “Reyes” sobre la situación de “Gabriel”, “Juan” y “Rosa”, las detenciones en el 2005 de estos dos últimos en el Perú y Bolivia, respectivamente, así como sobre sus necesidades económicas, sus viajes a Santiago de Chile, sus errores al tomar medidas de seguridad y las visitas que ellos y otros peruanos realizaban o pretendían efectuar a los campamentos de las FARC. Los importantes contactos entre “Roque” y “Reyes” sobre el MRTA, de los que apenas se conocen correos, llegaron a su fin el 18 de diciembre del 2007, casi tres meses antes de la inesperada muerte del jefe terrorista.

GRAN BONANZA EN CARACAS
“Roque” no fue el único extranjero vinculado a las FARC y a los emerretistas. Según algunos correos, el ciudadano mexicano conocido con el alias de “Fermín”, y encargado de una organización llamada Célula Ricardo Flores Magón, fungió como operador e informante de los subversivos colombianos en lo referido a la situación política y social de su país.

Este personaje, que sería Ángel García Lara (según indagaciones en México, aunque él lo niega), también apoyó a la célula del MRTA en Caracas, encabezada por “Nicanor”, y a los emisarios de esta en México.

Ahora se conoce que entre el 2005 y el 2006 “Fermín” le avisó a “Reyes” sobre la insospechada prosperidad de la célula peruana en Venezuela (a diferencia de lo que ocurría con el grupo de Chile y Bolivia). También informó sobre la importante capacidad logística y activismo político del movimiento Encuentro Perú Pueblo, entre cuyos miembros se encuentra el peruano Tello Rodríguez.

“Nos sorprendió la gran cantidad de recursos de los que disponen los compañeros del MRTA en Venezuela, computadoras, casas, teléfonos celulares”, dijo el mexicano “Fermín”, quien sin saber dejó una pista que explicaría los actuales objetivos y contactos del reciclado grupo terrorista, que parece haber olvidado el viejo pregón ochentero de la lucha armada y cuyos detalles revelaremos en los próximos días.

También había correos sobre el partido Patria Roja
1. Entre los 107 correos sobre el Perú también había información, en parte ya hecha pública el 2008, sobre diversos dirigentes del movimiento de izquierda Patria Roja y sus contactos con las FARC durante los últimos años.

2. Este Diario revisó los correos al respecto y encontró apelativos de algunos ex dirigentes de este partido. Sin embargo, este Diario no profundizará sobre sus nexos con las FARC, por ahora, ya que en ciertos casos las menciones son dispersas. Se sabe que Patria Roja tuvo contacto con la colombiana Nubia Calderón (emisaria de las FARC), quien llegó hasta el local de este movimiento ubicado en el jirón Miró Quesada, a pocos metros de la sede de El Comercio.

3. En los correos también se menciona a otro grupo de izquierda que en el pasado tuvo vínculos con el MRTA, pero por ahora no se mencionarán los detalles de estas comunicaciones.