Por Alfredo Rangel
Fecha: 07/19/2008 - Semana
Fecha: 07/19/2008 - Semana
Lo más inaudito es que ahora los colombianos les salgamos a deber y que la cancillería suiza le pida al gobierno “cesar los ataques a Gontard”
Un sabor amargo ha dejado en Colombia la gestión de los mediadores de Francia y Suiza para el tema del intercambio humanitario. Lamentable, porque eran delegados de países tan queridos por los colombianos. Pero todo indica que fueron desleales con el gobierno nacional, tenían una doble agenda y, al final, más parecían asesores de la guerrilla que mediadores de buena voluntad.
En efecto, los documentos contenidos en los computadores de 'Raúl Reyes' demuestran en forma indudable que los señores Jean-Pierre Gontard, de Suiza, y Noel Saez, de Francia, rebasaron de manera persistente y sistemática su función de mediadores y actuaron en muchas ocasiones a espaldas del gobierno colombiano para favorecer a las Farc. Pareciera que los dos hubieran estado compitiendo en excesos, abusos y falta de respeto con Colombia, país que les abrió sus puertas confiando en sus buenas intenciones.
Empecemos por Noel Saez. El propio 'Raúl Reyes' le ha confirmado al mundo que en el mes de julio de 2003 Francia pagó un dinero a las Farc para que liberaran a Íngrid Betancourt. Pero fueron estafados por falsos voceros de la guerrilla. El mismo 'Raúl Reyes' le hizo el reclamo a Saez por no haber verificado previamente "las identidades y garantías de quienes resultaron responsables de asaltarlos y estafarlos". Para completar el 'oso', el entonces canciller, Dominique de Villepin, confiado en la efectividad del pago a las Farc, envió un avión militar francés para recoger a Íngrid en Manaos, sin siquiera contar con el permiso del gobierno de Brasil para aterrizar allí. Intentando burlar a los gobiernos de Colombia y Brasil, los intermediarios franceses resultaron burlados por estafadores criollos y ofendiendo a Brasil. Una opereta más propia de una república bananera que de una potencia respetable como Francia.
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Otra comunicación de 'Raúl Reyes', en febrero de 2007, confirma que Saez, en nombre del gobierno francés y otra vez a espaldas del gobierno colombiano, les ofreció a las Farc retirarlas de la lista de organizaciones terroristas, abrirles una oficina de representación diplomática en París y otorgarles visas de larga duración a sus voceros. Simultáneamente, Saez y Gontard le dicen a 'Reyes' que ellos son autónomos, que no necesitan de permiso de Uribe para reunirse con la guerrilla y llaman al Presidente "arrogante", "doblado ante los gringos" y "loco". En otros correos, 'Reyes' da fe de la oferta de Saez para recibir en Francia con todas las garantías de refugiados políticos a los familiares de los miembros del Secretariado de las Farc, así como a guerrilleros gravemente heridos.
El señor Gontard no se quedó atrás. Según 'Raúl Reyes', este señor suizo aconsejaba a la guerrilla "el momento preciso para hacer jugadas políticas, aumentar la presión que se está presentando con Estados Unidos (...), aumentar las contradicciones y obtener ganancia política". Además, realizaba contactos son las Farc sin consultar al gobierno colombiano y, para rematar, el mismo 'Raúl Reyes' le dio a Gontard meticulosas instrucciones para esconder en Costa Rica medio millón de dólares producto de dos secuestros. Ese dinero fue posteriormente incautado en la caleta señalada por el computador de 'Reyes'. Como resultado de estos hechos, la Fiscalía colombiana llamará a indagatoria a Gontard por concierto para delinquir.
Sería poco creíble y serio que los gobiernos de Francia y Suiza negaran credibilidad de los documentos de 'Reyes' luego de que Interpol, organización a la que pertenecen sus propias Policías, certificara su autenticidad. También es poco serio desmontarse por las orejas argumentando que eran asesores externos y no funcionarios oficiales. Difícil creer que las ofertas que hacían a la guerrilla y que comprometían a sus propios gobiernos fueran desconocidas por sus cancillerías. Más inaudito es que ahora los colombianos les salgamos a deber y que la Cancillería suiza pida al gobierno colombiano "cesar los ataques a Gontard". Lo correcto sería facilitar su extradición para que responda ante las autoridades colombianas.
Para continuar la búsqueda de la paz, el gobierno hizo bien en dar por terminada la mediación, privilegiar el contacto directo y limitar la participación internacional a la verificación del cumplimiento de eventuales acuerdos entre el Estado colombiano y las guerrillas. Con esos amigos...
En efecto, los documentos contenidos en los computadores de 'Raúl Reyes' demuestran en forma indudable que los señores Jean-Pierre Gontard, de Suiza, y Noel Saez, de Francia, rebasaron de manera persistente y sistemática su función de mediadores y actuaron en muchas ocasiones a espaldas del gobierno colombiano para favorecer a las Farc. Pareciera que los dos hubieran estado compitiendo en excesos, abusos y falta de respeto con Colombia, país que les abrió sus puertas confiando en sus buenas intenciones.
Empecemos por Noel Saez. El propio 'Raúl Reyes' le ha confirmado al mundo que en el mes de julio de 2003 Francia pagó un dinero a las Farc para que liberaran a Íngrid Betancourt. Pero fueron estafados por falsos voceros de la guerrilla. El mismo 'Raúl Reyes' le hizo el reclamo a Saez por no haber verificado previamente "las identidades y garantías de quienes resultaron responsables de asaltarlos y estafarlos". Para completar el 'oso', el entonces canciller, Dominique de Villepin, confiado en la efectividad del pago a las Farc, envió un avión militar francés para recoger a Íngrid en Manaos, sin siquiera contar con el permiso del gobierno de Brasil para aterrizar allí. Intentando burlar a los gobiernos de Colombia y Brasil, los intermediarios franceses resultaron burlados por estafadores criollos y ofendiendo a Brasil. Una opereta más propia de una república bananera que de una potencia respetable como Francia.
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Otra comunicación de 'Raúl Reyes', en febrero de 2007, confirma que Saez, en nombre del gobierno francés y otra vez a espaldas del gobierno colombiano, les ofreció a las Farc retirarlas de la lista de organizaciones terroristas, abrirles una oficina de representación diplomática en París y otorgarles visas de larga duración a sus voceros. Simultáneamente, Saez y Gontard le dicen a 'Reyes' que ellos son autónomos, que no necesitan de permiso de Uribe para reunirse con la guerrilla y llaman al Presidente "arrogante", "doblado ante los gringos" y "loco". En otros correos, 'Reyes' da fe de la oferta de Saez para recibir en Francia con todas las garantías de refugiados políticos a los familiares de los miembros del Secretariado de las Farc, así como a guerrilleros gravemente heridos.
El señor Gontard no se quedó atrás. Según 'Raúl Reyes', este señor suizo aconsejaba a la guerrilla "el momento preciso para hacer jugadas políticas, aumentar la presión que se está presentando con Estados Unidos (...), aumentar las contradicciones y obtener ganancia política". Además, realizaba contactos son las Farc sin consultar al gobierno colombiano y, para rematar, el mismo 'Raúl Reyes' le dio a Gontard meticulosas instrucciones para esconder en Costa Rica medio millón de dólares producto de dos secuestros. Ese dinero fue posteriormente incautado en la caleta señalada por el computador de 'Reyes'. Como resultado de estos hechos, la Fiscalía colombiana llamará a indagatoria a Gontard por concierto para delinquir.
Sería poco creíble y serio que los gobiernos de Francia y Suiza negaran credibilidad de los documentos de 'Reyes' luego de que Interpol, organización a la que pertenecen sus propias Policías, certificara su autenticidad. También es poco serio desmontarse por las orejas argumentando que eran asesores externos y no funcionarios oficiales. Difícil creer que las ofertas que hacían a la guerrilla y que comprometían a sus propios gobiernos fueran desconocidas por sus cancillerías. Más inaudito es que ahora los colombianos les salgamos a deber y que la Cancillería suiza pida al gobierno colombiano "cesar los ataques a Gontard". Lo correcto sería facilitar su extradición para que responda ante las autoridades colombianas.
Para continuar la búsqueda de la paz, el gobierno hizo bien en dar por terminada la mediación, privilegiar el contacto directo y limitar la participación internacional a la verificación del cumplimiento de eventuales acuerdos entre el Estado colombiano y las guerrillas. Con esos amigos...