El líder campesino boliviano Felipe Quispe reconoció sus vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y denunció la “impostura” del Gobierno boliviano por no hacer lo mismo.
Quispe, ex integrante del Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK), al que también perteneció el actual vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, admitió sus contactos con el fallecido jefe de las FARC “Raúl Reyes” y su simpatía por el grupo.
Tras destacar a quienes toman las armas cuando creen que es el único camino para lograr objetivos de justicia, Quispe, en un comunicado leído ayer en La Paz junto a él por un colaborador suyo, aseguró que “en esa declaración de simpatías están incluidas las FARC”.
Agregó que el Gobierno que preside Evo Morales se avergüenza de sus orígenes y de sus amigos cuando rechaza vínculos con la guerrilla colombiana.
“No podemos ser como el actual Gobierno que desconoce y tiene vergüenza de sus orígenes y de sus amigos, declarando públicamente ‘no conocer’ a quienes fueron sus aliados y soportes políticos”, dice el comunicado del líder indigenista de extrema izquierda.
El Gobierno descartó, ayer, pedir informes a su similar de Colombia sobre el contenido de los ordenadores que confiscaron al segundo hombre de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC), Raúl Reyes, y en los que existiría información referente a los posibles nexos que la guerrilla mantuvo en Bolivia.
El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, considera que la información difundida en algunos medios de prensa sobre el tema, no es confiable.
Tomado de: El Nuevo Día de Bolivia.