Las revelaciones de José Ignacio Chauvín, el ex funcionario ecuatoriano detenido por supuestos nexos con narcos, siguen agitando el caldeado ambiente político en el vecino país.
El jueves, el Gobierno marcó distancias frente a Chauvín. Un comunicado del Ministerio de Justicia descartó que el Ejecutivo tuviera "algo que ver con las actividades del ex funcionario", pero también pidió "una justicia más profesional" y recordó que él, "como todos los ciudadanos, tiene derecho a defenderse y a responder a las denuncias que se han imputado en su contra".
Chauvín, ex subsecretario del Ministerio de Gobierno del Ecuador, está vinculado a una investigación contra los hermanos Ostaiza, supuestos líderes de un grupo de narcos que operaba entre la zona de frontera en Putumayo y el Pacífico.
El miércoles, cuando se entregó a la Fiscalía, reconoció haber sido el enlace entre jefes de la guerrilla de las Farc y el ex ministro de Gobierno y posterior ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa del Ecuador, Gustavo Larrea.
Líder de la 'Brigada Simón Bolívar', identificada con el 'socialismo revolucionario', Chauvín aseguró en una entrevista a Ecuavisa que fue él quien coordinó la reunión secreta entre el abatido cabecilla de las Farc 'Raúl Reyes' y el ministro Larrea. Según dijo, ese encuentro fue para tratar asuntos relacionados "con el intercambio humanitario en Colombia".
Además, se declaró "amigo personal" del jefe guerrillero, e inclusive aseguró que lo visitó siete veces y que las gestiones ecuatorianas, de las que el Gobierno colombiano nunca fue notificado y por lo tanto no tenían el aval de Bogotá, supuestamente iban a desembocar en la liberación de Íngrid Betancourt y otros secuestrados.
Esa cercanía con las Farc, que no era muy visible para los radares de la inteligencia colombiana, le ha dado fuerza a una versión que circula en la provincia de Sucumbíos, que está al otro lado del Putumayo: que Chauvín puede ser el 'Nacho' del que hablan los correos encontrados en los computadores recuperados por las autoridades colombianas en el campamento donde murió 'Raúl Reyes'.
Fernando Balda, ex partidario de uno de los movimientos que apoyó al presidente Rafael Correa, incluso aseguró en declaraciones para la cadena Teleamazonas que "es vox populi que en Lago Agrio, ciudad fronteriza que lamentablemente es tierra de nadie, se conoce a Chauvín como el 'Comandante Nacho' y a Gustavo Larrea como 'Juan'".
Explícitamente, en uno de sus correos, 'Reyes' mencionaba como 'Juan' al ahora ex ministro Larrea. Pero para la inteligencia y la Fiscalía colombianas 'Nacho' no es Chauvín sino Marcelo Larrea, el hermano del ex ministro. Y la apreciación sigue en pie.
Larrea reconoció haberse reunido con 'Reyes', supuestamente para concretar un intercambio humanitario. El encuentro se habría producido a inicios de enero del 2008, según se desprende de un reporte remitido por 'Reyes' al secretariado de las Farc.
Un correo de febrero, enviado por 'Juan', dice que por problemas relacionados con una emergencia natural fallará a una cita acordada previamente y que en su nombre asistirá un hombre a quien llama "mi hermano Nacho".
Y otro correo reporta que, tras el encuentro con 'Reyes', "Nacho recomendó ratificar en esta comunicación nuestras dificultades en el proceso interno, pero también nuestra disposición absoluta para alcanzar la unidad y enfrentar a quienes tengamos que enfrentar".
El tema se ha convertido en un escándalo de proporciones mayúsculas en Ecuador, no solo por la investigación que se le sigue a Chauvín por presuntos lazos con narcos, sino porque el próximo 26 de abril se realizarán elecciones generales en ese país, en las que el presidente Correa espera salir triunfador.
Precisamente Larrea, que hasta hace poco era considerado uno de los dirigentes más cercanos a Correa, había renunciado a su puesto de ministro para aspirar al de diputado de la nueva Asamblea Nacional, pero tras el escándalo de su ex colaborador, tuvo que declinar.
Tomado de El Tiempo.