Un periodista del área de comunicaciones del Gobierno chileno renunció hoy tras ser sindicado como contacto entre la guerrilla colombiana de las FARC y grupos de indígenas chilenos, una acusación que él rechazó.
El periodista Hugo Guzmán, que trabajaba en la Secretaria de Comunicaciones del Palacio Presidencial de La Moneda, presentó su renuncia tras aparecer mencionado en una serie de correos electrónicos que habrían sido encontrados en uno de los computadores del fallecido Raúl Reyes, entonces número dos de las FARC.
En los mensajes se le menciona como un contacto en Chile por una célula de colaboración de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) localizada en México, donde Guzmán trabajó en medios de prensa por varios años.
Los correos electrónicos piden a las FARC entrenar a activistas de indígenas mapuches, para que lideren la reivindicación de tierras en manos privadas que consideran les pertenecen por derechos ancestrales.
En una carta pública -divulgada por el Gobierno- el periodista niega cualquier contacto con las FARC y dice que es objeto de una persecución política de parte de la derecha chilena, desde donde se filtraron los emails.
El periodista Hugo Guzmán, que trabajaba en la Secretaria de Comunicaciones del Palacio Presidencial de La Moneda, presentó su renuncia tras aparecer mencionado en una serie de correos electrónicos que habrían sido encontrados en uno de los computadores del fallecido Raúl Reyes, entonces número dos de las FARC.
En los mensajes se le menciona como un contacto en Chile por una célula de colaboración de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) localizada en México, donde Guzmán trabajó en medios de prensa por varios años.
Los correos electrónicos piden a las FARC entrenar a activistas de indígenas mapuches, para que lideren la reivindicación de tierras en manos privadas que consideran les pertenecen por derechos ancestrales.
En una carta pública -divulgada por el Gobierno- el periodista niega cualquier contacto con las FARC y dice que es objeto de una persecución política de parte de la derecha chilena, desde donde se filtraron los emails.